miércoles, 15 de abril de 2009

RISA EN LA OSCURIDAD


"Érase un hombre llamado Albinus, que vivía en Berlín, Alemania. Era rico, respetable, feliz. Un día abandonó a su mujer por una amante joven; amó; no fue amado; y su vida acabó en un desastre.
Éste es el cuento, en suma, y podríamos dejarlo aquí si no fuera por el interés y el placer de narrarlo."

Así comienza. Es difícil definir el estilo de Nabokov; desde luego, es innegable su, por desgracia ya extintos, interés y placer por contar historias.
Risa en la Oscuridad es una novela sencilla y sin pretensiones, esto queda patente ya en la primera página.
Tras haber leído varias novelas del autor, entre ellas la archiconocida Lolita, es imposible no dejarse arrastrar por su prosa prolífica a la vez que sencilla, por su humor salpicado de perversión, sus ya familiares paréntesis aclaratorios en nuestros días tan en desuso, su desbordante crueldad.
Con todos estos ingredientes cocina una de mis ya predilectas novelas, en la antesala de la inminente II Guerra Mundial.
Durante su exilio berlinés la escribe primeramente en ruso y aunque el tema principal pueda parecer en un principio típico: un triángulo amoroso, es completamente atípica su manera de estructurar la historia. Entrelaza a los distintos personajes con una elegancia, elocuencia, credibilidad y sencillez realmente magistrales. Su estilo narrativo hace imposible no sumergirse de lleno en la historia. Sufres, lloras, ries, amas con cada uno de los personajes a los que bien podriamos elevar al estatus de personas, pues dota a todas y cada una de las partes de esa dualidad inherente al ser humano con un arte que pocos han sido capaces de emular o desarrollar. Acabas comprendiéndoles, hasta cuando toman las decisiones mas rastreras y ruines pues en ellas se vislumbra la incoherencia y naturaleza contradictoria de las personas normales y corrientes. Tú, yo y todos hemos tomado decisiones que han sido causa de dolor para otros. Cualquiera podría ser el inconsciente Albinus, su tierna y fiel esposa o los despiadados Axel y Margot.
Es una de esas novelas que, al cerrar la contraportada, lo sientes profundamente.
Puro talento y don concentrados.

"Aunque camino siempre al borde de la parodia, tiene que haber, por otra parte, un abismo de seriedad" - Vladimir Nabokov

EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR...