miércoles, 5 de diciembre de 2007

La Ultima Pelicula de Terror y El Hombre del Autobus

Ayer por la tarde me dediqué a ver un par de películas que tenía ganas de ver. Bueno, en realidad me despertaba curiosidad sólo una, la otra la vi por casualidad. Una de ellas fue Lolita, de Kubrick y la otra La Última Película de Terror. Es curioso que fuera la segunda y no la primera la que me sorprendiera mas (y no porque sea mejor). La película trata sobre un hombre cansado de ver siempre las mismas películas de miedo típicas y se dedica ha crear la definitiva, grabándo los asesinatos que él mismo va perpetrando con la ayuda de un cámara. En una parte de la película dice:
"Ves gente constantemente que parece muy desgraciada y te preguntas porqué siguen. Es como las relaciones, bueno, algunas. Tienes a dos personas que no se soportan o están aburridas el uno del otro que es mucho peor y siguen ahí; como parásitos. Muchas personas se niegan a aceptarlo y es comprensible, pero deberían hacerlo."
Este discurso me llamó la atención lo que hace que lo que me ha pasado esta mañana sea aun mas curioso porque lo tenía presente.
Me he montado en el autobus y en la parada siguiente a la mia se ha montado un hombre mayor y se ha sentado a mi lado. Me he fijado en que por el rabillo del ojo no paraba de mirarme y me he puesto nerviosa "¿Qué mira?". Al cabo de un rato se ha girado y con una voz muy profunda, muy grave me ha dicho: "Señorita, ¿le puedo decir una cosa?". La voz no era una voz normal, como tampoco la forma en la que se ha dirigido a mi, de usted, siendo mucho mayor que yo. Además tenía un acento extraño, entre argentino y alemán, muy raro... He tardado unos segundo en reaccionar y le he contestado: "Si claro, digame" y el ha continuado: "Es usted una chica muy joven para tener ya unos ojos tan tristes. La vida nos pone a prueba todos los dias, y si se lo ponemos fácil, si nos entristecemos y bajamos la guardia, las pruebas siguientes serán aun mas difíciles de superar. Está usted en sus mejores años y pasarán antes de que se de cuenta, no los pase estando triste". No se si es textual pero más o menos ha sido asi. No he podido evitar echarme a llorar, ni siquiera se porqué. Esto me ha hecho plantearme dos cosas: ¿Qué le dicen mis ojos a un extraño para que tome la determinación de decirme algo asi? y ¿Quiero ser la persona en la que me estoy convirtiendo? Triste, malhumorada, sin ilusión por nada, sin ganas de hacer, decir o escuchar nada de nadie...En fin, creo que no, que no quiero ser asi y si mi destino es acabar siendo asi, lo aceptaré, pero al menos se lo voy a poner difícil.
Esta ha sido mi decisión y entonces, aun teniendo presente ese discurso de la película, he pensado que es duro sufrir, es dificil perder a alguien y superar esa perdida pero si trabajas y te esfuerzas lo superas. Sin embargo, hay cosas mucho peores que incluso puedes no superar nunca como la obsesion, la incertidumbre, la confusion...Y sobretodo, sería mucho peor que alguien acabara estando conmigo sin soportarme o aburrido de mi, que es aun peor. Por eso me doy cuenta de que no puedes enamorarte de alguien a cualquier precio. Hay que saber encajar el rechazo con deportividad y sobretodo, guardando siempre una ilusion que es lo que nos mantiene vivos. La ilusión por lo que pasará mañana, quién vendrá, qué vivirás... Puede que no vuelva a ver nunca al hombre del autobús y la película mira que era rara (jajajajajaja) pero juntos, unidos quizás por el destino, han creado un punto de inflexión que tengo que aprovechar.
Hay que empezar a pensar en quitarse el luto...

EL ESPECTACULO DEBE CONTINUAR.

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