martes, 19 de febrero de 2008

SWEENEY TODD

Aun a riesgo de ser tachada por mis amigos mas cercanos como una cultureta gafapasta (palo del que según ellos va el director Tim Burton), tengo que decir que me lo pasé como una enana.
A raíz de un artículo que acabo de leer hay que aclarar (y si me equivoco que dejen un comentario) que esta película es una adaptación del musical de Stephen Sondheim y en ningún caso un relato cinematográfico sobre la leyenda urbana del barbero diabólico. Quien crea que va a ver eso y esté enrocado en esa posición que se quede en casa para evitar las críticas feroces, devastadoras y, sobretodo, fuera de lugar. Entiendo que al público (a mi la primera) nos cueste seguir el ritmo de un musical (que es muy distinto al del resto de películas), lo que ya no puedo entender es que la queja más extendida sea: "joder!es que casi no hablan. Todo el rato cantanto". A ver, ES UN MUSICAL! Puede que quede como una intransigente pero, a quien no le gusten los musicales, que no vaya a verlos.
No defiendo a capa y espada la dirección de Burton, ni vendo esta película como la octava maravilla pero si que defiendo fervientemente que se la critique teniendo en cuenta lo que es y no otra cosa porque entonces cualquier critica se convierte en una meada fuera de tiesto.

La película me gustó un montón. La musica es cojonuda, las letras aunque a veces repetitivas, cuentan la historia de manera muy sencilla haciendo que sea fácil seguir la trama.La interpretación de Johnny Depp (Juanito Profundo para los amigos como Obdemurian) me pareció, como siempre, estelar (oscar ya!!!!!!!!!). Helena Bonham Carter (grandísma Marla) y el malo malísmimo (aunque por poco tiempo) de Sacha Baron Cohen también me parecieron muy buenas y entretenidas interpretaciones. Me sobra el pelma enamorado cantando bajo la ventana a la doble de Cristina Ricci en Sleepy Hollow, eso si es cierto (al margen de que dentro de la historia me sobre, el chaval canta de puta madre, igual que su enamorada que hace gala de una voz de soprano espectacular). Alan Rickman espectacular en el papel del juez Turpin, se le coge asco de lo bien que lo hace igual que pasa con Timothy Spall, que malo es, joder!!

La ambientación de un Londres lúgrube y moribundo destrozado por las injusticias me pareció perfecta. Sólo se entreve un tímido sol entre las nubes que ocupan todo el cielo. La oscuridad del momento en el que se desarrolla la acción se contrapone a la luz que había en épocas más felices cuando Benjamin Barker lo tenía todo. Aunque para muchos Burton sea un director caracterizado únicamente por una estética, hay que admitir que siempre la ha conseguido que ya es más de lo que puedan decir muchos que se quedan sólo en un intento. Burton consigue lo que para otros es un quiero y no puedo.
Admitiendo su falta de originalidad en cuanto a ideas propias se refiere, es capaz de tomar ideas ajenas haciéndolas propias, interiorizandolas y creando su propio arte.
Eso si, sangre falsa a manta, toda la que quieras y mas...Y hablo de churretazos de sangre en el propio objetivo de la cámara.

Voy a dejar el contrapunto cómico que si no quedo como una pedante de mierda!!!




EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR.

P.D: Lo Próximo que huele a truño: os acordáis de la manida Leyenda Urbana de la chica de la curva??

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dejando al margen que no soporto a chanante....

Deberías linquear el artículo que has leido... que asi hay mas juguillo... ;)


Y si: Oscar ya!!!!