lunes, 16 de mayo de 2011

The Show. Capítulo 10: Próximo Destino

Me había prometido a mi misma cuando me mudé que iba a romper lazos con toda mi vida anterior. Sin embargo, ahí estaba tumbada a su lado en la cama que ni siquiera habíamos deshecho. Me levanté, me cubrí con la bata y busqué un cigarro. Me senté en el alféizar de la ventana. Vi pasar calle arriba a un tipo vestido con harapos, parecía desorientado. Un vagabundo borracho seguramente.
Me di la vuelta y miré a Rolfe, parecía dormido. Fui a la cocina y eché hielo en un vaso. Ya en el salón me serví una copa y me senté en el sofá.

- Bebes demasiado.- me dijo apoyado en el marco de la puerta.
- Hablas demasiado.
- Nena, no te tortures. No podemos negar lo que somos. Eras la mejor, es normal que te busquen. Vayas a dónde vayas, antes o después, darán contigo.
- Eso parece.- le dije.- Aún no he aceptado, quizás si ahora digo que no, se den por vencidos y ya nadie vuelva a buscarme jamás.
- Y, ¿cuál es la alternativa? ¿vivir así?.- echó un vistazo a su alrededor.
- Tú no lo entiendes.- me levanté para rellenar el vaso y al pasar a su lado, me agarró por la cintura.
- Puede que no, pero a diferencia de ese pringado que te plantó hace un par de meses, yo siempre he estado aquí.
- Y, ¿se supone que eso es algo bueno? Además, ¿tú como sabes...?
- Te lo acabo de decir, siempre he estado aquí.- me cogió el vaso de la mano y lo dejó sobre la mesa del correo que tenía detrás. Me desabrochó la bata, me sonrió y me besó.- Nena, esta es tu vida, siempre lo será. La única pregunta es cuánto vas a tardar en aceptarlo.
- Les haré esperar.
- Esa es mi chica.

De camino al dormitorio, pensé en mi próximo destino. Al acabar el trabajo habría que irse echando leches, como siempre. Pero esta vez era distinto. No se trataba de un mafioso de tres al cuarto o de un narcotraficante con deudas pendientes. Este era realmente un pez muy gordo. Es difícil esconderse de tipos así, con un ejército a su servicio, dispuesto a jugarse la vida por él. Cuando el asunto estuviera liquidado, seguirían detrás de mi. No pararían hasta encontrarme. Había que planearlo todo muy bien, no podían quedar cabos sueltos. Y para dejar todo bien atado, nadie mejor que Rolfe. No es es que el tipo fuera todo sensibilidad, pero en cuanto a negocios se refiere, nunca me había fallado. Como si me leyera el pensamiento, mientras nos sentabamos en la cama, dijo:

- ¿No estás harta de este frío polar? Dicen que Ko Samui está preciosa en esta época del año.
- Cállate de una vez.
- Como quieras, ven aquí.

Cerré con el pie la puerta del dormitorio.

Continuará...

EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR.


8 comentarios:

Javier Martínez Campos dijo...

Coñe, ¿pero la tía no era escritora? A ver a ver, ¿la oferta del bar no era para escribir y que el famosete de turno figurase como autor?

Por cierto, ¿dónde coño está Ko Samui?

Galadriel dijo...

Javi, no jodas eh? jajaja. Es evidente que Gabrielle tiene un pasado muyyyyyyyyy turbio!

En tailandia.

Javier Martínez Campos dijo...

Me gustan los masajes tailandeses. Final feliz.

Unknown dijo...

Que puelcos los dos. Ya se por donde van a ir los tiros. Javi, lo mismo te hago caso con eso de que Wolfgang aparece en plan Terminator.

javi dijo...

Por cierto, ¿la primera escena de sexo omitida? ¿A qué viene esta censura? ¿Vamos a hacer lecturas en colegios o qué?

Galadriel dijo...

Tu lo has dicho, omitida, que no censurada.

Javi dijo...

Coño, ahora los comentarios se añaden en ventana aparte... qué güeno.

Galadriel dijo...

Uf...esq era un por culo, sube, baja, baja, sube, asiq lo cambié.