sábado, 14 de mayo de 2011

The Show. Capítulo 5: Negocios

Comenzó a llover tímidamente, aún así continué caminando. Quedaban unos cinco minutos a pie cuando la lluvia arreció. El pelo se pegaba en la frente, la camiseta a la espalda. Mascullé veneno y apreté el paso.
Al llegar a casa, en el espejo del ascensor pude comprobar como con la lluvia los últimos restos de glamour se desvanecían como la negrura del 'eyeliner'. La miseria al otro lado del espejo no tenía reparos en decirme: "No te pongas Maridigna, llama". En fin ¿qué es lo peor que podía ofrecerme? Eché mano a la tarjeta y me aterrorizó notar su tacto blanduzco, tibio y áspero. Se ha mojado pero bien ¡La tinta!
Con la misma cara que Mel Gibson desactivando una bomba saqué meticulosamente la tarjeta con una mano mientras con la otra estiraba el borde del bolsillo para facilitar la extracción. El número se había difuminado hasta hacerlo apenas reconocible.
Abrí la puerta del piso y saltando sobre la enésima nota que el casero desliza bajo la puerta me dirigía al bañó en busca del secador. Tan solo podría detener el desastre pero al menos habría una oportunidad.
Tras unos minutos de aire caliente que la tarjeta y yo supimos compartir estábamos casi secas, podía distinguir todas las cifras menos la penúltima. Era... ¿un...Seis?¿Un ocho?¿un tres?...No quería reconocerlo pero tendría que hacer diez llamadas. Un suspiro cansino. Otra maldición al viento.
Tras una breve conversación, decidimos vernos en el bar que nos presentó en una hora. Durante ese tiempo me fumé medio paquete de Marlboro light, ordené un poco el piso, me metí en la ducha y me adecenté  un poco. Lucía el mejor aspecto en semanas. Joder, estaba ilusionada...
Cuando entré al  bar él ya me esperaba en un mesa junto al Jukebox que plañía un tema de Niel Diamond. Me senté, miré a mi izquierda y le hice un gesto al camarero. Encendí un cigarro y ofrecí otro a mi acompañante que declinó con un elegante gesto de muñeca. Llegó mi rubia, le di un trago y entonces miré a los ojos por primera vez desde que me habia sentado a ... ni siquiera sabía su nombre. Esto no podía acabar bien. Bueno, chica, no tienes nada que perder por escuchar.

- Bien.- dijo con una media sonrisa, como si supiera de antemano que mi respuesta iba a ser afirmativa.- Este es el trato...

Continuará...

EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR. 

5 comentarios:

Unknown dijo...

Déjame pensar. Porque a mi me da cosa encauzar algo tan abierto, luego no quiero que tu editorial me demande ahora que he terminado de pagar la casa de Miami. Por cierto el color amarillo del texto va a pegar con el logo.

Javier Martínez Campos dijo...

Ey ob, acepta la petición de colaboración.

Y sí, es demasiado abierto, puede suponer casi cualquier cosa su anterior trabajo, ese que le produjo tanto beneficio pero del cual se arrepiente... No sé, quizás sea más fácil comenzar una historia paralela.

Javier Martínez Campos dijo...

¿Por qué no tengo icono?

Galadriel dijo...

Pues no lo se Javi, lo tengo activado para todos, q raro. Si, claro q es muy abierto,de eso se trata!!
Danzad, danzad,malditos! :D

Javier Martínez Campos dijo...

Aquí habría que hacer corrección en caso de publicación. ¿Había Marlboro light en 1987?